Las mariposas comen bebiendo néctar y otros líquidos a través de su probóscide, un apéndice tubular que funciona como una pajita. Las larvas de mariposas, llamadas orugas, se alimentan vorazmente de material vegetal, especialmente de hojas.
La dieta de las mariposas adultas consiste completamente de líquidos. La mayoría de las mariposas extraen nutrientes del néctar de las flores, que suministran azúcar, sodio y otros minerales. A veces, las mariposas complementan su ingesta de sodio iluminando a los humanos e ingiriendo sudor. Algunas especies de mariposas no visitan las flores, sino que ingieren la savia de los árboles, el líquido de la fruta podrida y la humedad de la tierra mojada y la arena. Otras especies se nutren de la carne en descomposición de las carcasas de animales en descomposición. Las mariposas usan órganos sensoriales llamados sensillas ubicadas en sus antenas para el olfato y quimiorreceptores en sus pies para el gusto.
Las larvas de la mariposa pasan casi todo el tiempo comiendo y buscando comida. Comen principalmente hojas, pero algunas especies también comen flores, semillas, vainas de semillas, pulgones y otros insectos. Muchas especies de larvas de mariposas prefieren tipos particulares de plantas. Las orugas de la media luna, por ejemplo, comen principalmente asters. Las orugas crecen rápidamente, derramando su piel varias veces a medida que maduran. Cada vez que mudan, su apariencia cambia. Cuando han ingerido suficiente nutrición y están listos para la metamorfosis, encuentran un lugar adecuado, como la parte inferior de una hoja, y se transforman en pupas. Durante esta fase, no se alimentan hasta que se transforman en mariposas adultas.