Se dice que el escándalo de Watergate de 1972 hizo que varios estadounidenses perdieran su fe en el gobierno y en el liderazgo de su país, debido a que se les había mentido a través de los medios. Bob Woodward y Carl Bernstein, dos periodistas del Washington Post, revelaron que el comité de reelección del ex presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, había lavado dinero para el escándalo y que la administración ejecutiva era corrupta.
Cuando cinco ladrones fueron capturados con las manos enrojecidas cuando intentaron irrumpir en el edificio Watergate el 17 de junio de 1972 para robar documentos de alto secreto y conectarse a las líneas telefónicas de la oficina, Nixon le aseguró al público que no había participado en el robo en. En ese momento, Estados Unidos todavía se estaba recuperando de las repercusiones de la guerra de Vietnam y, a pesar de la dificultad percibida de dirigir una campaña electoral en ese momento, Nixon fue reelegido en una victoria aplastante.
Sin embargo, a lo largo del tiempo, se reveló que Nixon ayudó a proporcionar a los ladrones miles de dólares a cambio de la información obtenida del edificio Watergate. Además, él y su equipo intentaron obstruir el sistema judicial encargado de servir a la justicia por los delitos. A principios de 1974 se revelaron las mentiras, y el 8 de agosto, Nixon renunció a su cargo.