Aunque los estudios muestran que las personas de los países ricos son generalmente más felices que las de los países pobres, los mismos estudios indican que las personas pobres llevan vidas más significativas. las personas de los países ricos tienen más cosas, lo que las hace feliz, pero la gente pobre tiende a tener relaciones más fuertes.
La Paradoja de Easterlin propone que si bien las personas de los países ricos no son necesariamente más felices que las de los países pobres, una persona rica dentro de un país suele ser más feliz que una persona pobre del mismo país.
Una encuesta de Gallup encontró que solo un tercio de las personas que ganan menos de $ 35,000 al año están felices, pero todas las personas que ganan más de $ 500,000 al año dicen que están muy felices.
Algunos estudios muestran que el nivel de felicidad nunca se sacia; una persona que gana $ 1 millón al año no es tan feliz como una persona que gana $ 2 millones al año.
Un estudio realizado por Brookings Institution apoya la teoría de que una persona no puede ser lo suficientemente rica. La riqueza equivale a la libertad y el privilegio, y brinda a quienes tienen dinero la capacidad de vivir y trabajar en diferentes lugares del mundo. La riqueza también alivia el estrés de satisfacer necesidades básicas, como alimentos, ropa y refugio, lo que se suma al cociente de la felicidad.
