Según John Locke, los gobiernos se forman mediante el consentimiento de las personas que están siendo gobernadas. Estas entidades políticas existen principalmente para preservar los derechos fundamentales de las personas y promover el bienestar general del público.
John Locke fue un famoso filósofo inglés que tuvo un impacto en la política estadounidense. En su obra "Dos tratados de gobierno", abogó por los derechos inalienables del pueblo. Argumentó que los hombres son naturalmente independientes y no están bajo la autoridad de los monarcas que derivaron sus poderes de un ser divino. El poder de gobernar, que se puede obtener a través del permiso de la gente, también puede ser eliminado si un gobierno no cumple con su deber.