Un cáliz, que es una copa de vino en forma de copa, ha sido durante mucho tiempo un símbolo de la iglesia cristiana. Simboliza el vaso del cual Jesucristo bebió con sus discípulos durante la Última Cena. También se ve como un símbolo del poder de Cristo para redimir a la humanidad, de acuerdo con Faithology.com.
El cáliz original del que Cristo aparentemente bebió se conoce como el Santo Grial, y aunque nunca se ha identificado de manera incuestionable, se ha sospechado que muchos cálices son el Santo Grial. Típicamente, los cálices usados y honrados por la iglesia cristiana están hechos de oro o plata y adornados con joyas. Durante la comunión, una ceremonia en la cual es costumbre que los cristianos consuman vino, el vino se toma tradicionalmente de un cáliz, aunque algunas denominaciones prefieren sumergir el pan en el vino en lugar de beber directamente de la copa. El cáliz se ve a menudo en los altares de la iglesia o en la ropa de mesa.
Un cáliz con una cruz en forma de x en su frente es un símbolo de la Iglesia Cristiana. Según los discípulos de Cristo, el cáliz en sí simboliza el lugar central de la comunión y la adoración, mientras que la cruz recuerda a los miembros del discípulo Andrés y la importancia del evangelismo.