Según Cedars-Sinai, dependiendo del estado del paciente y el tumor, el glioblastoma a veces es curable, especialmente en pacientes menores de 45 años con tumores completamente operables. Sin embargo, la mayoría de los pacientes que reciben Este diagnóstico muere dentro de dos años. Este es un cáncer cerebral invasivo en etapa avanzada que requiere pasos extremos, incluida la cirugía, la radiación y, a menudo, la quimioterapia para el tratamiento.
Cedars-Sinai advierte que los síntomas del glioblastoma y los tumores cerebrales en general pueden variar mucho según el tamaño y la ubicación del tumor. La naturaleza potencialmente oculta del cáncer cerebral es la razón por la que a veces no se descubre hasta que llega a la etapa de glioblastoma tardío. Los síntomas del glioblastoma, una vez que aparecen, son típicos de los tumores cerebrales e incluyen frecuencia cardíaca o respiratoria anormal, dolor de cabeza sordo, dificultad para caminar o hablar, mareos, trastornos de la visión, convulsiones y vómitos. El glioblastoma a menudo produce signos de aumento de la presión en la cabeza, incluido un bulto detectable en la parte posterior del ojo.
Según Cedars-Sinai, una vez que los síntomas del glioblastoma se manifiestan, se requiere una prueba exhaustiva por parte de un especialista para un diagnóstico definitivo. Estas pruebas generalmente incluyen exploraciones de imágenes como la resonancia magnética o tomografía computarizada de la cabeza. Con frecuencia, también se realizan radiografías de tórax para determinar si el tumor se ha diseminado desde otra parte del cuerpo.