Los osos polares no se pueden mantener como mascotas porque son una especie en peligro de extinción. Es ilegal poseer, comprar o vender personalmente un animal clasificado como una especie en peligro de extinción.
Los osos polares se agregaron a la lista de especies en peligro de extinción en 2008. A partir de 2015, la población actual de osos polares está entre 20,000 y 25,000 y está en declive, ya que el cambio climático los ha obligado a adaptarse a un hábitat cambiante. Son las primeras especies animales que se encuentran en peligro de extinción por la única razón del calentamiento global. Los osos polares pueden ser patrocinados a través de algunas fundaciones de vida silvestre y grupos activistas, como el Fondo Mundial para la Naturaleza.