La Florida no tiene ningún riesgo inmediato de hundirse en el océano, pero sí enfrenta riesgos a largo plazo de hundimientos sustanciales debido a su geología. La Florida recibe una gran cantidad de lluvia, y en su mayoría se sienta sobre rocas de sal y yeso, junto con una porción sustancial de piedra caliza, ambas solubles en agua. La disolución de la roca, combinada con el drenaje de los pantanos de Florida, crea grandes riesgos.
Florida tiene una de las elevaciones promedio más bajas en los Estados Unidos a 100 pies, y también es el estado más plano. Este paisaje plano y bajo lo pone en riesgo cuando se produce una subsidencia general o una disminución en la elevación, según el Servicio Geológico de los Estados Unidos. La mayor parte de los hundimientos en Florida hasta ahora no han sido graduales y en gran escala, sino más bien pequeños y catastróficos en forma de sumideros. Estos colapsos repentinos de áreas relativamente pequeñas son peligrosas para las personas y las estructuras, pero no afectan significativamente la elevación general de la tierra.
La humedad general de Florida protege contra el hundimiento a gran escala debido a que los suministros de agua subterránea se reponen rápidamente. Esto contrasta con lugares secos como el Valle de San Joaquín en California, donde la extracción de agua subterránea para la agricultura ha provocado que la tierra se hunda hasta 30 pies en algunos lugares.