Las monjas católicas romanas generalmente usan alguna forma de hábito o ropa de calle modesta. Históricamente, se han usado hábitos para indicar el compromiso de una monja con la Iglesia y la vida espiritual. El diseño del hábito puede variar según el orden elegido por la monja.
El hábito de una monja consiste en varias piezas, que incluyen una túnica, cinturón, cofia, escapular y velo. Los colores comunes para el hábito incluyen negro, blanco y azul. A partir del Vaticano II en 1962, las monjas no requieren hábitos. Algunas órdenes optan por usar ropa de calle, a veces con un velo. Otras órdenes, como las Hermanas Religiosas de la Misericordia en Alma, MI, pueden diseñar sus propios hábitos.