A partir de 2015, el tratamiento para la cirrosis del hígado varía según la causa, pero las opciones generales incluyen abstenerse de consumir alcohol, esteroides, medicamentos antivíricos y laxantes, como explica WebMD. Cirrosis del el hígado puede ser el resultado del abuso del alcohol, la hepatitis y ciertas enfermedades autoinmunes.
A partir de 2015, no existe una cura para la cirrosis del hígado, según WebMD, pero ciertos cambios en el estilo de vida pueden ayudar a los pacientes a controlar la enfermedad. Por ejemplo, los pacientes deben informar todos sus medicamentos a sus médicos porque incluso los artículos de venta libre como la aspirina, ibuprofeno y tylenol pueden contribuir a la cirrosis. Los pacientes con la enfermedad también deben integrar una dieta baja en sodio en sus estilos de vida para ayudar a evitar que se acumule líquido en el abdomen o el pecho.
Hay varios medicamentos que los médicos recetan para el tratamiento de la cirrosis, según lo indica MedicineNet. Entre los más populares se encuentran las tiazidas, la vitamina K-1, el telaprevir y el colestipol.
Algunos de estos medicamentos son diuréticos o laxantes, y tienen el propósito de absorber toxinas y acelerar su eliminación de los intestinos, como lo detalla WebMD. Si un paciente no necesita medicamentos específicos, una vacuna contra la hepatitis B puede ayudar a prevenir la cirrosis del hígado. Además, una dieta que incluya una cantidad suficiente de frutas y verduras también ayuda a prevenir la cirrosis. Finalmente, mantener un peso saludable y tomar vitaminas regularmente puede ayudar a prevenir el desarrollo de la enfermedad.