A partir de 2015, la economía de Turquía se define como una economía de mercado emergente, afirma el Fondo Monetario Internacional. Turquía también se conoce como un país de reciente industrialización y un país desarrollado.
Turquía tiene una gran economía de libre mercado que está impulsada por los sectores de servicios e industrias, según el CIA World Factbook. Alrededor del 25 por ciento de la población ocupada todavía trabaja en el sector agrícola tradicional. Turquía es un líder mundial en las industrias de textiles, productos agrícolas y equipamiento de barcos. Las industrias en crecimiento incluyen la construcción, la electrónica y la automoción. En términos del PIB per cápita, el Banco Mundial clasifica a Turquía como un país de ingresos medianos altos.