Cuando finaliza una convulsión, la persona entra en la fase de recuperación, de acuerdo con la Epilepsy Foundation. Mientras que algunas personas experimentan una recuperación inmediata, otras tardan varios minutos u horas en volver a su estado normal.
Durante la fase de recuperación, el individuo a veces está confundido y con sueño. Puede tener pérdida de memoria o dificultad para hablar. Muchos pacientes se sienten tristes o deprimidos después de una convulsión. Otros están avergonzados, asustados o ansiosos, según la Fundación para la Epilepsia.
El cuerpo también pasa por cambios físicos debido a la convulsión. La Fundación para la Epilepsia indica que algunas personas tienen hematomas al golpear objetos duros durante la convulsión. El individuo puede tener una necesidad repentina de ir al baño, o puede sentir náuseas o tener dolor de cabeza.
Después de una convulsión, los cuidadores pueden ayudar aflojando la ropa ajustada y observando a la persona en busca de dificultad para respirar, según WebMD. El cuidador también puede ayudar a poner a la persona de lado para que esté más relajado y le brinde un lugar seguro para que descanse. Las personas que han tenido una convulsión no deben recibir comida ni agua hasta que estén completamente despiertas. Debido a que la víctima suele estar confundida, el cuidador debe permanecer con él hasta que esté completamente despierto y consciente de lo que lo rodea. Las víctimas no deben conducir después de una convulsión hasta que un médico dé una autorización para dicha actividad.