La teoría económica establece que las economías de escala se logran cuando se pueden producir más unidades de un bien o servicio en una escala mayor, con costos de insumos más bajos. También existen des-economías de escala. Esto ocurre cuando la producción disminuye en un contexto de aumento de los costos de insumos.
Las economías de escala son un objetivo digno, ya que una empresa que puede aumentar la producción y al mismo tiempo reducir los costos puede disfrutar de una ventaja distintiva frente a los competidores. Las empresas pueden lograr economías de escala de varias maneras. Un ejemplo es obtener un descuento en los costos de insumos a través de compras a granel. Si bien puede ser más difícil obtener un descuento en insumos más costosos, como la investigación y el desarrollo o la mano de obra calificada, la mayor eficiencia provocada por estos insumos puede en última instancia disminuir el costo promedio de producción y venta, contribuyendo así a las economías de escala. Una empresa también podría considerar el uso de mano de obra o maquinaria especializada, y la racionalización de la estructura organizativa.
Si bien las compañías individuales disfrutan de economías de escala internas, industrias completas pueden beneficiarse de economías de escala externas. Esto ocurre cuando la expansión del alcance de las operaciones de una industria produce una disminución en los costos para todas las compañías que trabajan dentro de esa industria. Un ejemplo es cuando una red de transporte nueva y mejorada beneficia a toda una región geográfica.