La serpiente de dos cabezas es un símbolo del poder religioso mágico en el que las cabezas duplicadas se consideran omniscientes o que todo lo sabe. La serpiente se despoja anualmente de su piel, que también es un símbolo de renacimiento que se cree necesario en la práctica religiosa.
Las serpientes se deslizan fácilmente a través de árboles altos, en terrenos arenosos o duros, y también a través de agua que fluye rápidamente, y esto se considera una forma de movimiento divino. La primera réplica fue hecha entre 1400 y 1500 por los aztecas de madera y cubierta con mosaico. Se colocaron conchas de ostras de color rojo alrededor de la boca y la nariz. Fue usado en el pecho de un anciano durante una ceremonia religiosa.
