En el cristianismo, la cruz simboliza la crucifixión de Jesucristo. Para los cristianos, sirve como un recordatorio del sacrificio y amor de Jesús.
Hay algunos estilos diferentes de la cruz. La cruz griega tiene cuatro brazos iguales, mientras que la cruz latina tiene una base más larga. Otras cruces incluyen la cruz de San Antonio, que se parece a una "T" mayúscula, y la cruz de San Andrés, que parece una "X" En el cristianismo moderno, la cruz latina se utiliza principalmente.
Para los cristianos, la cruz es un símbolo de la conquista de la muerte de Jesús y su resurrección, tal como se describe en el Nuevo Testamento de la Biblia. Jesús fue condenado a muerte en la cruz, que fue una ejecución común de la época. Sin embargo, Jesús se levantó de entre los muertos, y su sufrimiento y sacrificio desinteresado redimieron al mundo de sus pecados.
