Los niveles más bajos de alanina aminotransferasa (ALT) y aspartato aminotransferasa (AST) son buenos. Estos indican que el hígado está funcionando correctamente, afirma WebMD. Se pueden sospechar problemas hepáticos si los niveles de ALT y AST son altos.
Un análisis de sangre para detectar ALT y AST para detectar anomalías funcionales en el hígado de una persona, dice WebMD. Estas pruebas generalmente se realizan juntas, y son parte de un panel metabólico completo, o CMP, que los médicos utilizan para evaluar una enfermedad hepática en un paciente y comenzar el tratamiento si existe un problema hepático. Aunque ambas pruebas se usan para evaluar la función hepática, la prueba de ALT es más precisa que la prueba de AST para evaluar la función hepática, dice labtestsonline.org. Los médicos a veces pueden comparar los resultados de una prueba de ALT y una prueba de AST en una comparación lado a lado. Lo hacen para detectar diferentes causas de daño hepático y determinar si el problema de una persona se debe a una afección hepática o de una lesión o daño al corazón o los músculos.
El hígado
El hígado es un órgano importante que realiza muchas funciones valiosas. Juega un papel clave en la digestión, y también ayuda al cuerpo a combatir las enfermedades. Una de las tareas principales del hígado es producir una sustancia llamada bilis, que facilita la digestión. El hígado también elimina toxinas y otros productos dañinos del torrente sanguíneo. El hígado produce proteínas y agentes de coagulación que ayudan a que la sangre se coagule adecuadamente. La función del hígado puede verse afectada de varias maneras, por ejemplo, a través de una lesión, enfermedad o abuso de drogas y alcohol.
Pruebas de función hepática
Los médicos solicitan una prueba de función hepática por varios motivos, según las pruebas de laboratorio en línea. Lo más probable es que recomienden una prueba si un paciente presenta síntomas de un funcionamiento defectuoso del hígado. Los síntomas asociados con problemas hepáticos incluyen ictericia, náuseas y vómitos, pérdida de apetito, picazón, hinchazón en las piernas y tobillos, moretones con facilidad, orina oscura, heces de color claro, fatiga y debilidad general. Los médicos también pueden recomendar que sus pacientes se sometan a una prueba AST, que a veces se solicita junto con otras pruebas de función hepática si cumplen con ciertas condiciones. Las pruebas de función hepática se prescriben comúnmente para las personas que han estado expuestas al virus de la hepatitis, las personas que tienen antecedentes familiares de enfermedad hepática, las personas que beben cantidades excesivas de alcohol o drogas de abuso y las personas con sobrepeso o que tienen diabetes. Los médicos también pueden recomendar que los pacientes se sometan a un control periódico de su función hepática si están tomando medicamentos que se sabe que causan problemas hepáticos.
Significado de los resultados
Si bien los niveles bajos de ALT y AST son buenos, los niveles altos pueden indicar un problema, afirma WebMD. A veces, los niveles altos de AST se asocian con ciertos tipos de infecciones, como las infecciones virales. La exposición a drogas y otras sustancias consideradas tóxicas para el hígado también elevará los niveles de AST. A veces, los niveles de AST son elevados en pacientes con problemas derivados de otras partes del cuerpo. Si una persona recientemente tuvo un ataque cardíaco, por ejemplo, los niveles de AST podrían ser más altos de lo normal. La lesión muscular también puede causar niveles más altos de AST y ALT, pero los niveles de AST suelen ser significativamente más altos que los niveles de ALT, dice WebMD. Algunos factores, como el embarazo, el ejercicio extenuante y el uso de ciertos medicamentos pueden afectar los resultados de las pruebas de función hepática. Por lo tanto, se recomienda a las personas que informen a sus médicos sobre todos los medicamentos que toman antes de realizarse una prueba de función hepática.