La teoría estructural-funcional, o funcionalismo estructural, considera a la sociedad como un sistema de unidades funcionales e interconectadas que trabajan juntas en conjunto para producir un estado de estabilidad y orden. Debido a su interconexión, Las unidades individuales de la sociedad pueden afectarse unas a otras. Si una de las unidades funcionales se debilita, la vista estructural-funcional anticipa un posible efecto en toda la sociedad.
El funcionalismo estructural compara el funcionamiento de la sociedad con un organismo vivo compuesto por varios órganos funcionales que trabajan juntos al unísono para mantener el organismo vivo y saludable. Las instituciones de la sociedad funcionan de la misma manera que los órganos del cuerpo humano, y cada una cumple una función específica que se requiere para mantener la estabilidad de todo el sistema.
El funcionalismo estructural divide a la sociedad en unidades funcionales como familia, gobierno, educación, economía, religión y ciencia. Los miembros de cada unidad funcional son conscientes de sus funciones y deberes específicos, y también comparten creencias culturales y normas sociales comunes. De esta manera, el sistema mantiene su estabilidad y se reproduce a lo largo del tiempo a través de la socialización dentro de la unidad familiar y mediante el control social a través de grupos de pares y la política. Sin embargo, un cambio social abrupto o inesperado puede alterar gravemente el equilibrio entre las instituciones interconectadas y afectar a toda la sociedad.
La creencia en la teoría del funcionalismo estructural comenzó a declinar durante la década de 1960 a medida que más teorías sociales basadas en conflictos comenzaron a ganar aceptación. Contribuyendo a la decadencia de la teoría estructural-funcional fue su incapacidad para tomar en cuenta el cambio social, las desigualdades entre los diferentes miembros de la sociedad y los conflictos y contradicciones que ocurren entre varias unidades funcionales en una sociedad moderna y compleja. Las teorías sociales basadas en el conflicto tienden a ver que las diferencias en los valores y el acceso desigual a los recursos conducen inevitablemente al conflicto entre grupos sociales e instituciones.