En "El Crucible", el Reverendo Paris quiere proteger su posición como ministro de Salem. Muchas personas en Salem se han vuelto en su contra, por lo que su misión es asegurarse de que no lo reemplacen.
A lo largo de la obra, el Reverendo Paris está en desacuerdo con todos los demás personajes, excepto el Sr. y la Sra. Putnam, que tienen muchos de los mismos enemigos que él. Cuando surgen acusaciones de brujería, intenta ocultar su participación en el escándalo y alinearse estrechamente con el tribunal para probar que cumple con las leyes de Dios, lo que le devuelve cierto respeto. Esperaba que las pruebas reavivaran el temor de Dios en Salem, aumentando así la asistencia a la iglesia y calmando a sus enemigos.