El fertilizante es uno de los principales productos utilizados a nivel mundial que está hecho de amoníaco manufacturado. Cuando se mezcla con el suelo, aumenta el rendimiento de los cultivos, especialmente para cultivos como el trigo y el maíz.
El amoníaco también se usa para fabricar textiles, fibras sintéticas, pesiticidas, sales aromáticas, productos de limpieza, explosivos, cohetes y celdas de combustible. También se usa en algunos alimentos y bebidas, como macarrones, leche desnatada en polvo y productos con gluten. Se utiliza como agente antimicrobiano para productos alimenticios como la carne de res. El amoníaco anodino se usa comercialmente para reducir o destruir la contaminación microbiana de la carne de res. También se usa para controlar el crecimiento de hongos en naranjas y limones durante el almacenamiento.
El amoníaco se usa para hacer compuestos químicos como ácido nítrico, cianuro, nitrato de amoníaco, alprazolam, bicarbonato de amoníaco y carbamato de etilo.
Diversas industrias utilizan el amoníaco para diversos fines. Por ejemplo, la industria del caucho usa amoníaco para estabilizar el látex crudo, y la industria del petróleo usa amoníaco para proteger el equipo. También se utiliza en el tratamiento de metales y en el tratamiento de cloro con agua.
El amoníaco se usa como refrigerante, debido a sus propiedades de vaporización. También se utiliza en instalaciones industriales, tales como instalaciones de procesamiento de alimentos, instalaciones de procesamiento de carnes, aves y pesca, instalaciones de procesamiento de jugos y refrescos, bodegas e instalaciones de producción de bebidas, almacenes frigoríficos y plantas de lácteos y helados. También se utiliza en pistas de hockey debido a su alta eficiencia energética y asequibilidad.