Durante la interfase, la célula se está preparando para dividir y sintetiza activamente los componentes requeridos. Originalmente y de manera inexacta, se denomina "la etapa de reposo", la interfase es en realidad un período en el que un grado considerable de actividad está teniendo lugar a nivel subcelular y molecular. Antes de la división, la célula debe primero fabricar los materiales necesarios y duplicar sus cromosomas, que son actividades que representan la función principal de la etapa de interfase.
La interfase se divide en tres subdivisiones: G1 (espacio uno), S (síntesis) y G2 (espacio dos). Durante G1, la célula fabrica una gama de proteínas que se requieren para la replicación del ADN. Los cromosomas luego se replican durante la etapa S. Cada cromosoma replicado consta de dos cromátidas hermanas, duplicando así efectivamente el ADN de la célula. El recuento de cromosomas, o ploidia, sin embargo, sigue siendo el mismo. En la siguiente fase G2, la célula fabrica las proteínas y estructuras que serán necesarias para la próxima división. Este proceso de división se llama mitosis o, si se trata de una reproducción sexual, meiosis.
La cantidad de tiempo que una célula pasa en la interfase y sus subdivisiones depende de la especie de organismo y el tipo de célula. La duración de la etapa de interfase para la mayoría de los mamíferos adultos es de aproximadamente 20 horas y representa aproximadamente el 90 por ciento del tiempo dedicado a la división celular.