A partir de 2015, los medicamentos que los médicos usan para tratar una vejiga inflamada son el polisulfato de pentosano y el dimetilsulfóxido, de acuerdo con la Urología de la Universidad de California en Los Ángeles. La Administración de Drogas y Alimentos de EE. UU. ha aprobado ambos medicamentos. La cistitis intersticial no tiene cura y no responde al tratamiento con antibióticos.
Los médicos administran el polisulfato de pentosán, o Elmiron, a los pacientes por vía oral para reducir la inflamación y recubrir el revestimiento de la vejiga, explica la urología de la UCLA. Los pacientes reciben dosis de dimetilsulfóxido a través de catéteres que los médicos insertan directamente en la vejiga. Los médicos administran el medicamento en intervalos de varias semanas para minimizar el dolor y la inflamación y destruir los radicales libres que dañan los tejidos. La cistitis intersticial requiere planes de tratamiento individualizados para el paciente porque la afección tiene múltiples causas.