Después de que un perro se trague un hueso de cuero crudo, el perro debe ser vigilado de cerca para detectar signos de asfixia o bloqueo intestinal. Si aparecen estos síntomas, el veterinario debe ver al perro inmediatamente.
Los huesos de cuero crudo están diseñados para ser comidos, por lo que el material en sí no es peligroso para los perros a menos que esté contaminado. Según WebMD, los pedazos grandes de cuero crudo se pueden atascar en la garganta o los intestinos, causando un bloqueo. Los síntomas del bloqueo intestinal incluyen vómitos, diarrea, falta de apetito, dolor y arcadas o deglución frecuente. Para ayudar a prevenir que los perros se traguen un hueso de cuero crudo, el dueño puede quitar el hueso cuando se vuelve lo suficientemente pequeño como para ser tragado entero. También es importante darle al perro un lugar seguro para masticar el hueso de otros perros.