Un horno puede no encenderse por varias razones dependiendo de los síntomas, el fabricante y el modelo. Los problemas comunes con los hornos son el flujo de aire restringido o bloqueado, problemas con la fuente de ignición y problemas eléctricos con el panel de control o el termostato. Asegúrese de que el horno tenga energía y que la puerta esté cerrada.
Algunos sensores y dispositivos de seguridad evitan que un horno se encienda o permanezca encendido. Un horno no se enciende cuando tiene un flujo de aire bloqueado o restringido. El horno necesita mucho flujo de aire para mantener la luz piloto y para acomodar la chispa inicial del encendedor. Los quemadores principales que no se encienden podrían ser una señal de que el área carece de suficiente oxígeno. Revise el tubo de escape para ver si hay sedimentos y acumulación. Abra todos los limitadores e inspeccione el filtro.
Si la luz piloto está apagada, limpie e inspeccione el conjunto del piloto. Reemplace el termopar, si no hay un piloto presente. Si el horno tiene una fuente de ignición eléctrica, debe escucharse un clic cuando el horno se enciende. Un resplandor brillante a veces puede acompañar esto mientras se calienta el ignitor.
Un problema eléctrico en el panel de control o en el termostato puede hacer que el horno no se encienda. Revise el cableado hacia y desde el termostato para detectar roturas. Compruebe y limpie el sensor de llama.