Las plantas son de color verde debido a la presencia de cloroplastos dentro de las células vegetales. Estos cloroplastos contienen clorofila, la molécula responsable de atrapar la energía del sol como parte de la fotosíntesis de la planta. El color verde natural de la clorofila crea el color verde de la planta.
La clorofila es solo uno de varios pigmentos utilizados por las plantas para absorber la luz. Cada planta muestra el color de la pigmentación que mejor les permite absorber la luz solar en función de su entorno. Durante el otoño, las plantas y las hojas a menudo se vuelven de color naranja o amarillo. Debido a la cantidad reducida de luz solar durante los días, la cantidad de clorofila se reduce en las células de la planta debido a la falta de energía que resulta en la desnutrición. La falta de energía desencadena el proceso de descomposición y reabsorción de la clorofila, lo que permite mostrar otras formas de pigmentación.