Una personalidad muy tensa (o "Tipo-A") está marcada por los rasgos de perfeccionismo, competitividad y urgencia. Los individuos con personalidades muy atadas pueden ser elogiados por su ambicioso o objetivo de naturaleza centrada, o criticada por su falta de paciencia y niveles elevados de estrés.
Central a la personalidad atada son sus altos estándares. Aunque esto puede llevar a una excesiva autocrítica, lo que puede ser perjudicial, tener altos estándares también puede asegurar un mayor desarrollo personal, ya que los altos estándares se traducen en grandes ambiciones.
Las personas con cuerdas altas también pueden tener problemas con el estrés. Si bien los altos niveles de estrés pueden ser motivadores, pueden volverse abrumadores y, en última instancia, perjudicar la productividad, especialmente cuando se manifiestan en un trastorno de ansiedad o sueño.
El perfeccionismo y la naturaleza motivada de la personalidad atada hacen que las personas de este tipo estén altamente organizadas, lo que rara vez es un rasgo negativo. Las personalidades de "Tipo A" a menudo tendrán procesos eficientes y estructurados para abordar tareas, asegurando el éxito en su educación y carreras.
Las personas de este tipo también son valientes, y se arriesgan a que otros no lo hagan. Este es otro factor que puede conducir al éxito en actividades académicas o carreras asalariadas. La toma de riesgos hace que las personas con alto nivel de tensión sean particularmente adecuadas para los esfuerzos empresariales.