En su ensayo "Vida sin principio", Henry David Thoreau explora cómo las personas viven su vida cotidiana y se ganan la vida, argumentando en contra del sistema salarial del país. Él dice que el comercio y la política son "sin alma y degradantes" y sugiere que los individuos se centren más en las maravillas cotidianas de la vida.
Un trabajador se roba a sí mismo trabajando únicamente por dinero, argumenta Thoreau en "La vida sin principios". Ilustra su oposición a hacer esto con historias de hombres que supuestamente conoce, como un hombre que planea construir un muro bancario debajo de su casa y un vecino que ara su tierra cada mañana. Su ensayo describe las riquezas inherentes de caminar solo en el bosque o de obtener una educación. Aunque ninguno de ellos produce salarios medibles, Thoreau sostiene que un grano de sabiduría vale más que un grano de oro.
Escribe que una vida sin poesía y filosofía es tan deshumanizadora como la esclavitud, y que vincular la autoestima y el valor real del trabajo duro es una forma de esclavitud. Un trabajador se libera a sí mismo realizando cierto trabajo bien o trabajando porque ama el trabajo, no porque necesita ganarse la vida. La vida real, escribe Thoreau, no se mide en salarios sino en cómo un trabajador decide pasar su tiempo. Thoreau reconoce que es poco probable que Estados Unidos cambie la forma en que valora el trabajo duro. Admite que escribe desde una posición única en la que no necesita trabajar por un salario, pero que si necesita más que él, irá a trabajar, incluso sabiendo de antemano por lo poco que le quedaría por vivir. /p>
Thoreau también critica la política, los políticos y las aspiraciones políticas. Considera que los políticos y la legislación son en parte responsables de convertir a Estados Unidos en un estado esclavista, y sugiere que eliminar los impuestos y gran parte de las fuerzas armadas del país ayudaría a alinear mejor el trabajo de un obrero con sus verdaderas aspiraciones.