En "Life on the Color Line", Gregory Howard Williams relata sus experiencias al crecer pensando que es blanco, aprendiendo que es parcialmente negro y que lucha por adaptarse a cualquiera de las razas. Como adulto , se da cuenta de que su opinión es la única que importa.
Después de que su madre blanca lo deja a él y a su familia cuando tiene 10 años, Gregory Howard Williams descubre que su padre, Tony, es en parte negro y que pasa por blanco. Tony traslada a Gregory y su hermano, Mike, a Muncie, Indiana, para quedarse con familiares, pero allí, Tony debe enfrentarse a que ha ignorado su identidad racial durante la mayor parte de su vida. Impulsados a beber e incapaces de cuidar a sus hijos, los niños pasan de ser familiares a familiares, pero cada uno se niega a cuidarlos. Finalmente, su abuela les deja dormir al lado del inodoro en su choza, y lo hacen hasta que la señorita Dora, una mujer negra pobre, les permite mudarse con ella.
Gregory se encuentra con la hostilidad y los prejuicios de los blancos y negros. Aprende a sobrevivir a pesar de la pobreza, los prejuicios y el racismo rampante. Los maestros creen que él es brillante y está destinado a la universidad hasta que aprenden que está "coloreado". Después, la mayoría de los maestros lo tratan como a cualquier otra causa perdida que no puede hacer nada. Sus compañeros de clase lo tratan igual de mal. Se le juzga por su interés en una chica blanca y luego en una chica que tiene la piel más oscura que él. Solo después de dejar a Muncie para ir a la universidad, comienza a encontrar su lugar a lo largo de la línea de color, creyendo que su lucha le enseñó a sobrevivir en ambas.