Un ejemplo fácil del arquetipo de la sirena o la tentadora se puede encontrar en la épica antigua de Homero, "La Odisea", en la que hay sirenas literales cuya belleza y música atraen a los marineros a la muerte. El arquetipo se puede encontrar en historias escritas separadas por siglos, y las sirenas usualmente aparecen como mujeres cuya belleza impide que el héroe logre su objetivo.
Uno de los primeros ejemplos de un personaje de la tentadora que aparece en una historia escrita es Eva de la Biblia. En el libro de Génesis, Eva tienta a Adán con el fruto que Dios les prohibió comer, haciéndole romper su promesa a Dios. Como en muchas otras historias antiguas y clásicas con figuras de sirenas o tentadoras, cuando Adán cede a sus deseos, hay consecuencias negativas. Aunque Eva misma no se repite en muchas historias, se puede ver su papel o arquetipo cada vez que alguien intenta sacar al héroe del camino recto. Otros dos ejemplos bíblicos incluyen Salomé y María Magdalena; Helen of Troy es otro personaje clásico de sirena de la literatura griega.
En el siglo pasado, los narradores han seguido usando el arquetipo, pero algunos han alterado su uso, como en el caso de la película de 1993 "Sirenas", en la que el héroe es conducido desde el camino de la justicia pero gana una nueva visión. De manera similar, en "Star Wars", Luke Skywalker encuentra un mensaje de la princesa Leia capturada y se ve tentado a abandonar su vida simple para rescatarla. A veces, el arquetipo de la sirena se puede encontrar no en una persona sino en un objeto o idea, como el Anillo de poder, que tienta a Frodo en "El señor de los anillos".