Los científicos políticos utilizan un enfoque estructural-funcional para predecir cómo se comporta un grupo político en particular dentro de un sistema político más amplio. El funcionalismo estructural proporciona un sistema para que los estudiantes e investigadores estudien los efectos reales de la actividad política por separado de sus efectos previstos.
Los funcionalistas estructurales argumentan que todos los sistemas políticos pueden compararse en función de sus medios para abordar la necesidad de funciones políticas universales, como la agregación de intereses políticos y la elaboración de normas. El enfoque estructural-funcional proporciona un sistema mediante el cual se pueden comparar diferentes sistemas estructurales en función de sus efectos reales en las funciones políticas para las que están diseñados. Este enfoque proporciona un marco que permite a los científicos políticos describir varios sistemas políticos de manera eficiente mediante la comparación de datos de comparación altamente organizados y bien categorizados compartidos entre ellos. Esto hace que el funcionalismo estructural sea diferente de los marcos de la ciencia política que se centran más en la intención que en los resultados del mundo real.
Los funcionalistas estructurales utilizan la comparación basada en datos para abordar cuatro desafíos principales para los sistemas políticos: penetración e integración, lealtad y compromiso, participación y distribución. La teoría estructural-funcional describe estos cuatro desafíos como sucediendo simultáneamente en países del tercer mundo, lo que lleva a la violencia y al malestar. Por esta razón, los funcionalistas estructurales utilizan un enfoque sistémico y comparativo para identificar entidades políticas y predecir los efectos que probablemente tengan en su sistema político local o nacional.