La tolerancia religiosa supone que una persona no discrimina contra las creencias religiosas de otra persona, incluso si piensan que las creencias de la persona son erróneas. La tolerancia religiosa difiere de la aceptación religiosa.
Por ejemplo, una persona de la fe judía puede pensar que Jesús no es el Mesías. Una persona de la fe cristiana puede no creer que la Torá es la versión completa de la Biblia. Cada persona puede estar en desacuerdo en silencio con el sistema de creencias religiosas de la otra persona sin discriminarlo o hacer que se sienta menos mal o mal. Este es el fundamento de la tolerancia religiosa. La tolerancia religiosa no implica creer que todas las religiones son verdaderas.