La inteligencia social es la capacidad de una persona para comprender y relacionarse con otras personas. A menudo se conoce de manera coloquial como habilidades de personas, y a menudo implica la capacidad de actuar de manera diferente en diversas situaciones sociales. /p>
La inteligencia social es principalmente una habilidad aprendida, aunque algunas personas pueden utilizarla más fácilmente que otras. Una persona con alta inteligencia social entiende la etiqueta sutil y sabe cómo escuchar a las personas. Esta persona normalmente puede motivar a otros para que cooperen, y la gente generalmente disfruta estar cerca de ella. Las personas socialmente inteligentes saben cómo presentarse bien sin dejar de ser genuinas y auténticas.
La inteligencia social a menudo está vinculada con la inteligencia emocional, aunque son dos conceptos separados. La inteligencia emocional es la capacidad de una persona para analizar sus pensamientos y sentimientos, así como para controlar esas reacciones. Sin embargo, la baja inteligencia emocional puede afectar la inteligencia social de una persona. La inteligencia social requiere autocontrol y la capacidad de comprender lo que sienten otras personas, y las personas con poca inteligencia emocional a menudo son incapaces de hacerlo.
La inteligencia social no es una parte inherente de la personalidad de una persona. Si bien muchos piensan que una persona extrovertida y enérgica es una persona con alta inteligencia social, ese nivel de energía no es esencial. Las personas pueden ser tranquilas, serenas e introvertidas mientras siguen siendo socialmente inteligentes, mientras que alguien que es extrovertido pero demasiado fuerte o grosero tiene poca inteligencia social.