¿Qué es la integración hacia adelante?

La integración hacia adelante es una forma de integración vertical en la que una empresa toma el control de las actividades comerciales una vez realizadas por sus clientes minoristas o de distribución. Un fabricante que vende productos directamente a los consumidores en lugar de vender a través de mayoristas o minoristas es un ejemplo primario de integración hacia adelante.

Los agricultores o productores que venden productos en un mercado en lugar de a través de un canal de distribución tradicional son otro ejemplo de integración hacia adelante. Una de las principales ventajas de la integración hacia adelante es un mayor poder y autoridad en el mercado. La compañía que se integra tiene una interacción más directa con sus clientes finales que un productor que vende a un revendedor.

Otro beneficio importante de la integración hacia adelante es la reducción de costos y el aumento del potencial de ganancias. Cada compañía en un canal de distribución marca el costo de los bienes antes de revenderlos. Al eliminar los pasos, un productor puede vender a los clientes finales con posibles ahorros y, al mismo tiempo, aumentar el margen de ganancia en cada venta.

Un inconveniente principal de la integración hacia adelante es que los productores o distribuidores pueden expandirse demasiado al asumir nuevas actividades comerciales. Los fabricantes, mayoristas y minoristas desempeñan funciones distintas dentro del canal de distribución. Un productor también puede enfrentar altos costos de inversión inicial para comenzar o adquirir nuevas instalaciones para funciones de distribución o reventa.