Jeremías 29:11 expresa que Dios tiene un plan para su pueblo que terminará en un futuro positivo. Algunos observadores intentan interpretar el verso como una promesa de prosperidad individual para los cristianos fieles, mientras que otros usan el contexto para ofrecer una visión más general de la promesa de Dios.
Jeremías previamente declaró la profecía divina que condenó a los israelitas al exilio en Babilonia por 70 años. Los israelitas vieron la profecía como una proposición sin esperanza. Como resultado, acudieron a falsos profetas, incluyendo a Hananías, que profetizó que el exilio terminaría en un período de tiempo más corto. Esta situación llevó a la declaración de Jeremías en el versículo 11 del capítulo 29.
La primera parte del verso, "Sé los planes que tengo para ti", enfatiza que Dios tuvo una idea fija de lo que iba a pasar con los israelitas en los próximos años. Debido a que los planes se establecieron, los israelitas se equivocaron al creer que el tiempo de exilio se acortaría. Sin embargo, la segunda parte del verso, que establece que estos planes fueron "para el bienestar y no para el mal, para darles un futuro y una esperanza", se incluye para recordar a los israelitas que la profecía del exilio no fue una sentencia de muerte. Dios esperaba que los israelitas no perdieran de vista su liberación pendiente de Babilonia.
Algunos cristianos de hoy en día prefieren interpretar el verso por sí mismo como una promesa de que Dios tiene la intención de proporcionarles a los siervos fieles un futuro brillante, incluso si no es tan inmediato como a uno le gustaría. Otros cristianos tienen una visión larga y utilizan el contexto para aplicar el mensaje a una esperanza inminente en el futuro para los cristianos como grupo, en lugar de una promesa individual.