La hipótesis de bloqueo y clave es una analogía científica que establece que solo se ajusta la clave del tamaño correcto en la cerradura, explica un sitio web de Elmhurst College. En esta analogía, la clave se refiere a un sustrato y la cerradura se refiere a una enzima.
Para que las enzimas catalicen una reacción química, deben unirse a un sustrato específico. El sustrato debe tener el tamaño y la forma perfectos para encajar en el sitio activo de su enzima correspondiente. Este mecanismo básico causa cambios en los enlaces químicos del sustrato al alterar la forma en que se distribuyen los electrones. Esta reacción conduce a la formación de productos liberados a la superficie de la enzima. Los productos actúan para regenerar y preparar la enzima para otro ciclo de reacción. Dado que los sustratos tienen una forma complementaria al sitio activo de una enzima específica, las reacciones solo pueden ocurrir con uno o unos pocos compuestos similares. Las interacciones enzima-proteína, las interacciones antígeno-anticuerpo y las interacciones hormona-receptor son algunos ejemplos de la hipótesis de bloqueo y clave. En 1899, Emil Fischer, un químico alemán, propuso esta hipótesis para explicar la especificidad de las enzimas. La hipótesis de bloqueo y clave ayuda a explicar por qué las altas temperaturas desnaturalizan las enzimas, cómo se pueden inhibir las reacciones al cambiar la forma del sitio activo y por qué algunas sustancias pueden inhibir las enzimas.