Los Estados Unidos tienen una economía de mercado, o mixta, lo que significa que las empresas y los particulares toman la mayoría de sus propias decisiones. El gobierno estatal y federal compran los servicios y bienes necesarios en el mercado privado.
La esencia general de la estructura económica de los Estados Unidos son las interacciones que tienen lugar entre el sector público, privado e internacional. Las empresas tienen el derecho de elegir los tipos de bienes y servicios que prestan, y tienen el derecho de elegir el costo al cual vender o producir esos bienes y servicios. Las instituciones económicas en las que los actores económicos compran y venden esos bienes son los mercados. Aquí es donde la mayoría de los consumidores compran sus alimentos, ropa y refugio.
El gobierno desempeña un papel limitado en una economía de mercado, pero el gobierno tiene un papel en la economía nacional en general. El gobierno suministra bienes y servicios que el mercado privado no puede proporcionar, como aeropuertos, carreteras y asistencia para ciudadanos de bajos ingresos. El gobierno también establece ciertos incentivos para la producción y el consumo de ciertos bienes. El gobierno también establece pautas que deben seguir las empresas y establece normas de seguridad para mantener los productos de consumo, las condiciones de trabajo y el medio ambiente protegidos y seguros.