El simbolismo es un dispositivo en el que a un objeto, persona o situación se le da otro significado más allá de su literal, generalmente algo más abstracto o no racional que el símbolo mismo. simbolos Normalmente, los dramaturgos tejen pistas en el trabajo para indicar que ciertos elementos deben tomarse como simbólicos.
Hay dos categorías principales de símbolos: símbolos universales y símbolos contextuales. Los símbolos universales tienen significado en muchas obras diferentes. Por ejemplo, las serpientes a menudo expresan astucia y traición a lo largo de toda la literatura. Los símbolos contextuales, por otro lado, solo tienen un significado dentro del trabajo en el que aparecen.
Hay varios tipos de símbolos. La metáfora es una identificación implícita de una cosa con otra sin el uso de un indicador verbal. Por ejemplo, decir "él es un animal". Los símiles son similares a las metáforas, pero usan un indicador verbal ("come como un cerdo"). La alegoría es una metáfora extendida que dura la totalidad del trabajo. Un arquetipo es un personaje o elemento de la trama que se produce a lo largo del mito. Por ejemplo, la aparición de los ángeles como seres con alas y halos. La personificación, la atribución de características humanas a entidades no humanas, es un subconjunto de simbolismo.
El simbolismo agrega profundidad a una obra dramática. Hace que las audiencias reflexionen más a fondo sobre lo que han visto. El simbolismo es también una fuerza poderosa para comunicar el significado; ciertos temas o ideas afectan más profundamente a la mente del público cuando se presentan indirectamente a través de un símbolo que cuando se presentan abiertamente.