El sesgo sistémico se refiere a la tendencia de una institución a preferir o predecir un resultado sobre otro basado en percepciones anteriores de la verdad. Un sesgo sistémico difiere de un sesgo sistemático en que un sesgo sistémico generalmente se refiere a instituciones y organizaciones humanas en lugar de tecnológicas. El sesgo sistemático se refiere a errores matemáticos que ocurren al azar.
Un sesgo sistémico ocurre cuando un sujeto humano llega a una conclusión general con respecto a una persona o un problema basado en pruebas que son injustas o de alguna manera deliberadamente deliberadas. Por ejemplo, la acción afirmativa es una política nacional diseñada para combatir el sesgo sistémico de discriminación basada en la raza o el sexo. La acción afirmativa corrige este sesgo sistémico al exigir que las compañías mantengan un cierto número de individuos de grupos particulares. Los individuos mantienen sus propios sesgos sistémicos a través de su lealtad a ciertas ideologías o creencias. Las grandes organizaciones a menudo son criticadas por mantener sesgos sistémicos de los que obtienen ganancias mientras explotan a los trabajadores bajo ciertas condiciones. El peligro de sesgo es su invisibilidad. La mayoría de los individuos, instituciones, organizaciones y corporaciones desconocen los sesgos sistémicos que promueven. El mayor peligro que se produce cuando se emplea un sesgo sistémico es el maltrato a los seres humanos por condiciones que no pueden controlar.