Es importante usar los datos primarios y secundarios para probar el sesgo del investigador y recopilar suficiente información para explorar completamente un tema. La investigación primaria es cualquier dato que recopile el investigador. Esto incluye observaciones, entrevistas y cualquier otra cosa que se aprende durante el proceso de recopilación de datos. En la investigación histórica, los datos primarios son relatos de primera mano de eventos y sucesos, y documentos originales.
Datos secundarios es cualquier información que fue recopilada por otros investigadores. Por ejemplo, los datos del censo, los registros financieros y la información estadística se consideran datos secundarios. La mayoría de los libros e informes de noticias también se consideran datos secundarios.
Hay fallas en ambos tipos de investigación. En primer lugar, la investigación primaria está sujeta a la interpretación de los datos por parte del investigador, que podría no ser siempre precisa. Segundo, el investigador podría, sin saberlo, sesgar la investigación usando una perspectiva limitada. Por otro lado, los datos secundarios deben ser verificados por el investigador. No todos los datos secundarios son creíbles, por lo que utilizar el tipo incorrecto de datos secundarios puede comprometer la nueva investigación.
Cuando los datos primarios y secundarios se usan correctamente, el investigador puede probar la validez de la investigación analizando los datos secundarios. Además, los datos secundarios respaldan los datos primarios que recopiló el investigador.