Las liebres de todas las especies prefieren comer pasto y otras plantas, pero también complementan sus dietas con semillas, frutas y verduras. Los omnívoros pasan gran parte de su tiempo descansando y buscando comida.
Las liebres árticas sobreviven en los meses de invierno cavando en la nieve en busca de plantas leñosas, musgos y líquenes. En los meses más cálidos, las liebres utilizan su extraordinario sentido del olfato para localizar la corteza, las bayas, los brotes, las hojas y las raíces. Los animales utilizan su extraordinaria velocidad y su capacidad de salto para evitar convertirse en alimento de grandes aves de presa, otros animales salvajes y humanos que atesoran su pelaje.