Los conejos existen en muchos ecosistemas diferentes en las Américas, su rango se extiende desde Sudamérica hasta Canadá, pero se enfoca en prados, valles y otros lugares donde los conejos pueden vivir cubiertos y alimentarse de manera segura durante la noche. Los conejos viven en gran cantidad de animales y necesitan mucho espacio para pastar, y prefieren la cobertura del bosque donde los halcones y otros depredadores tienen menos posibilidades de detectarlos a distancia.
Los conejos dependen de las praderas para sobrevivir. Se reproducen a un ritmo verdaderamente prodigioso y deben poder alimentar a sus crías, y para eso necesitan una cosecha de forraje resistente como el pasto u otras plantas de prado.
El vasto rango territorial de los conejos significa que están adaptados a muchos climas. Algunos conejos, como la liebre con raquetas de nieve, cambian de color con el paso de las estaciones para que siempre se mezclen con su entorno. Las liebres con raquetas de nieve tienen una bata blanca durante los meses de invierno y una marrón durante el verano.
Los conejos invadirán los jardines humanos si tienen la oportunidad. Las plantas como la lechuga son muy atractivas para los conejos, ya que son fáciles de digerir, proporcionan abundantes nutrientes y son fáciles de pelar y masticar con sus incisivos roedores afilados.