El contacto visual intenso, también conocido como observación de poder, es el acto de dirigir los ojos con atención hacia algo o alguien como un medio para mostrar poder sin agresión. El contacto visual intenso o constante se percibe comúnmente Condescendiente, hostil o grosero en muchas culturas.
En un contexto empresarial, el contacto visual intenso puede percibirse como un método deliberado para intimidar, dominar, menospreciar o imponer una desventaja a otra persona. El contacto visual intenso no siempre indica connotaciones negativas. Por ejemplo, muchas personas aumentan el contacto visual cuando están rodeadas de personas que admiran o tienen autoridad sobre ellas, y en algunos casos, un mayor contacto visual puede indicar una relación cercana entre dos personas que se comunican. Los temas de discusión intensos o apasionados también pueden provocar un mayor contacto visual con un participante.
El contacto visual intenso es comparable a mirar fijamente. Cuando una persona mira, los ojos suelen ser más anchos de lo normal y se produce un parpadeo menor. Mirar a menudo indica interés en alguien o algo. Las personas también miran fijamente o tienen un contacto visual intenso cuando están en shock o incredulidad después de escuchar noticias inesperadas. Sin embargo, el aumento en el contacto visual, en la mayoría de los casos, está asociado con la agresión, especialmente entre personas que no están tan familiarizadas entre sí. El contacto visual intenso a menudo hace que el receptor se sienta incómodo o avergonzado por la atención.