El hábitat natural del oso polar está ubicado en el bioma de la tundra ártica. Esta ecorregión se caracteriza por temperaturas extremadamente bajas, cortos períodos de crecimiento, precipitación mínima, vegetación escasa y la presencia de permafrost.
El bioma de la tundra se clasifica en dos tipos: ártico y alpino. El bioma de la tundra ártica se encuentra en las regiones costeras más septentrionales de Asia, América del Norte y Europa, incluidas algunas zonas de Groenlandia.
Los animales que viven en la tundra ártica tienen ciertas adaptaciones que les permiten sobrevivir a las duras condiciones ambientales del bioma. Por ejemplo, el pelaje grueso de los osos polares proporciona un aislamiento adecuado para soportar el clima extremadamente frío. Aparte de los osos polares, la tundra ártica también alberga lemmings, campañoles, zorros árticos, lobos, caribú y varias especies de aves migratorias.