Los dos tipos principales de bases utilizadas en los antiácidos son los carbonatos y los hidróxidos. Estas son bases débiles que sirven para neutralizar la acidez del estómago.
Los ejemplos de bases antiácidas comunes incluyen hidróxido de aluminio, carbonato de magnesio y bicarbonato de sodio.
Las bases interactúan con el ácido clorhídrico para producir agua, dióxido de carbono o ambos. La reacción también elimina el componente de cloruro de ácido clorhídrico. Por ejemplo, el carbonato de magnesio reacciona con ácido clorhídrico para producir cloruro de magnesio, agua y dióxido de carbono.
Esto reduce la disponibilidad de ácido clorhídrico en el estómago. Como resultado, hay menos riesgo de reflujo ácido hacia el esófago para causar acidez estomacal.