El documento firmado por el rey Carlos I de Inglaterra en 1628 fue la Petición de derecho. Este proyecto de ley esbozaba varios derechos para los ciudadanos de Inglaterra y Gales, incluyendo solo impuestos a los ciudadanos cuando un acto del parlamento había sido pasado El rey vio este proyecto de ley como un desafío a su autoridad real, y sirvió de base para establecer una monarquía constitucional.
Entre 1625 y 1628, Charles I intentó recaudar fondos para la monarquía sin el permiso del Parlamento. Esto incluía los aranceles aduaneros, que era controvertido entre los comerciantes extranjeros. Para evitar esto, se presentó la Petición de Derecho. Impidió que la monarquía introdujera impuestos sin el permiso del parlamento, que el gobierno encarcele a las personas contra las leyes establecidas y que el rey utilice soldados para atacar a personas privadas. También aseguró que los soldados y marineros no serían castigados por la ley marcial.
Cuando Charles vi la petición como un desafío a su autoridad real, la presentó de una manera que significaba que no era estrictamente ley, y luego trató de evitar que la Cámara de los Lores hablara sobre asuntos de estado. Aunque el estatus legal de la petición era cuestionable, sí sirvió de base para introducir una monarquía constitucional. Como tanto la Cámara de los Comunes como la Cámara de los Lores se sintieron oprimidas por las medidas de Carlos I, se unieron para desafiar a la autoridad real, lo que llevó a una guerra civil y la eventual introducción de un monarca constitucional.