Los geckos leopardo se alimentan de insectos, como los grillos, las lombrices de tierra, las cucarachas y las lombrices. Prefieren comer insectos vivos y la mayoría se niegan a comer presas muertas. Si mantiene a los geckos leopardo en cautiverio, es importante alimentarlos con una variedad de tipos de insectos, ya que sus preferencias alimenticias a menudo cambian con el tiempo.
Los geckos leopardo son capaces de almacenar el exceso de grasa en sus colas. Cuando los alimentos escasean, como suele suceder en su hábitat natural del desierto, dependen de estos depósitos de grasa para obtener energía. Tan pronto como la comida vuelve a estar disponible, comen con entusiasmo para reconstruir sus almacenes de grasa. Una cola gruesa y carnosa es un signo de un gecko leopardo sano. Si la cola de un gecko se adelgaza, es una señal de que no está recibiendo una nutrición adecuada.
Los geckos leopardo son una especie de gecko grande que puede alcanzar hasta 11 pulgadas de largo cuando está maduro. Sus espaldas están cubiertas de pequeños bultos y sus partes inferiores son lisas. Los geckos leopardo tienen una variedad de patrones de piel y colores que van del verde al marrón. Como todos los reptiles, son ectotérmicos, lo que significa que no pueden regular la temperatura de su propio cuerpo. Durante el día, absorben el calor del sol y durante la noche, cuando la temperatura es fresca, cazan y digieren los alimentos.