Las lampreas marinas se alimentan de la sangre de peces grandes, como la trucha, el salmón, el pescado blanco, la carpa, el pez gato y el esturión. La lamprea de mar es originaria del Océano Atlántico, pero se infiltró en la región de los Grandes Lagos en la Años 20 y 30 durante la construcción del canal.
La lamprea marina se parece a una anguila y se alimenta de peces más grandes al unirse al lado del pez. La lamprea marina consume la sangre y los fluidos que pasan por la herida. Una enzima secretada evita que la sangre de los peces se coagule, lo que permite que la lamprea marina coma durante horas, días o semanas.
La mayoría de los peces pueden sobrevivir a un ataque de lamprea de mar, pero se les dejará una herida circular. Un pez atacado puede sufrir una disminución de peso y, en casos graves, sucumbir a una infección en la herida y morir.