Las ostras se encuentran con mayor frecuencia en las costas del Atlántico y el Golfo de México en América del Norte. Viven en estuarios, bahías, arroyos de mareas e incluso en sonidos. Las ostras pueden sobrevivir en agua de mar de agua salobre a fuerza completa.
Las ostras son altamente adaptables y pueden aprender a soportar una amplia variedad de condiciones, incluidas temperaturas, salinidad y concentraciones de sedimentos. La mayoría de las ostras viven en zonas submareales, pero en Carolina del Sur prefieren vivir en la zona intermareal. Las ostras se alimentan filtrando el fitoplancton a través de la columna de agua en sus conchas. Las ostras son una adición importante al entorno costero al proteger las costas de la erosión y al proporcionar un sustrato de desove para los peces.