Los depredadores de las orugas son aves, escarabajos, mariquitas, chaquetas amarillas y seres humanos. Las orugas son la principal fuente de alimento para numerosas aves, como las especies de la curruca, los tanagers y las aves de dosel.
Las aves que viven en el dosel se apoderan fácilmente de las orugas en las copas de los árboles, mientras que los petirrojos y las gallinas generalmente capturan orugas que se alimentan del pasto y las plantas en el suelo. Las orugas son fáciles de atrapar debido a su movimiento lento y sus colores atractivos y brillantes. Se encuentran en cantidades abundantes en casi todas las partes del mundo.
Las chaquetas amarillas, también llamadas avispas, llevan orugas a sus nidos para proporcionar comida a sus pequeños. Ayudan a controlar la población de orugas en los jardines, especialmente durante la primavera y principios del verano. Capturan orugas de casi todos los tamaños. Sin embargo, a medida que pasan los meses, las chaquetas amarillas disminuyen en número y su preferencia por los alimentos también tiende a cambiar.
Los escarabajos mariquitas comen principalmente pulgones, aunque también se alimentan de orugas y otros insectos. Son pequeños escarabajos manchados con colores brillantes. A las mariquitas les gusta comer pequeñas orugas que son suaves y fáciles de consumir. Los jardineros suelen utilizar los escarabajos mariquitas para reducir la población de pulgones y orugas, que a menudo dañan las plantas.
Aparte de las aves, avispas y escarabajos, los humanos también comen orugas. La gente en Botswana, una nación en África, y la gente en países del este de Asia como China, generalmente cosechan orugas todos los días por el alto valor nutricional de estas larvas. Las orugas contienen mayores cantidades de grasas y proteínas en comparación con el pescado, la carne de res y las lentejas.
Los mecanismos de defensa que utiliza una oruga dependen de la especie. Algunos tipos tienen pelos urticantes para evitar que se los coman, mientras que otros pueden usar sus colores para camuflarse. Otros tienen la capacidad de producir químicos que repelen o envenenan a los depredadores. Los patrones de comportamiento, como esconderse en las hojas y destellar sus colores para asustar a los depredadores, también son técnicas que emplean las orugas.