Los fuertes vientos que soplan sobre tierra suelta o arena causan tormentas de arena. Durante una tormenta de arena, los vientos recogen tanto material que la visibilidad se reduce considerablemente. El calentamiento del aire sobre el desierto causa inestabilidad en la atmósfera inferior, lo que hace que las tormentas de arena sean más frecuentes.
Una tormenta de arena puede durar desde varias horas hasta un día completo. La arena que se mueve dentro de una tormenta de arena puede obstruir casi cualquier cosa mecánica. La respiración también es un problema, y las máscaras son una precaución necesaria durante una tormenta de arena. La mayoría de las tormentas de arena afectan solo de una a tres millas, por lo que los viajes aéreos no suelen ser un problema.
Hay dos tipos de tormentas de arena. El primero, llamado "haboob", una palabra árabe para soplar el polvo, es el resultado de los fuertes vientos de una tormenta severa. El segundo es causado por la curvatura de la corriente en chorro que trae fuertes vientos al suelo. La mayoría de los estadounidenses están familiarizados con este tipo, según el Departamento de Ciencias Atmosféricas de Texas A & M University.
Algunas de las peores tormentas de arena se forman en China y Mongolia. La arena en el aire es tan densa que cambia el color de la lluvia, creando la apariencia de lluvia amarilla que cae del cielo. Las tormentas de arena pueden crecer lo suficiente como para ser vistas desde el espacio, y el 24 de agosto de 2010, el satélite Aqua de la NASA capturó una imagen de una tormenta de arena que cubrió partes de Afganistán y Pakistán.
