Un sistema inmunitario hiperactivo, que es la fuente de la enfermedad autoinmune, se ve afectado por las hormonas sexuales, según un artículo de Vicki Brower publicado en 2004 en EMBO Reports. Por ejemplo, el estrógeno predispone a las mujeres al lupus eritematoso sistémico. La enfermedad infecciosa también puede desempeñar un papel causal, ya que las células inmunitarias provocadas por una infección interactúan con los tejidos normales, lo que desencadena una respuesta que afecta a todo el sistema inmunitario.
La enfermedad autoinmune toma muchas formas. Algunas enfermedades relacionadas comunes incluyen la artritis reumatoide, la esclerosis múltiple, la diabetes mellitus (diabetes tipo 1) y la enfermedad inflamatoria intestinal, según WebMD. En pacientes con enfermedad autoinmune, las células inmunitarias atacan los tejidos sanos, causando inflamación y daño a los órganos y tejidos. Explica Brower.
El tratamiento puede consistir en humedecer todo el sistema inmunológico, por lo tanto, arriesgar una infección o atacar una parte del mismo. Las enfermedades autoinmunes se han tratado con esteroides, quimioterapia o inmunosupresores importantes, cada uno de los cuales conlleva riesgos y efectos secundarios. Se espera que se realicen tratamientos más refinados con el descubrimiento de nuevos objetivos y medicamentos más específicamente diseñados, afirma Brower.